La islamofobia es una forma de rechazo, aversión y hostilidad hacia el islam y todo lo  relacionado con él —real o no, es decir, supuestamente relacionado aunque no sea así—; y hacia los musulmanes que en determinadas circunstancias puede combinarse —es decir, no necesariamente— con formas de intolerancia religiosa, de racismo, de xenofobia… Se manifiesta en forma de prejuicios, discriminaciones, ofensas, agresiones y violencia.

 

Sin embargo, qué es y qué no es la islamofobia, es aún un debate inconcluso por parte de la academia y de los diferentes agentes sociales dedicados a este tema. El Consejo de Europa y el Comité sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial de la ONU define la islamofobia como:

 

“[…] una forma de racismo y xenofobia manifestada a través de la hostilidad, exclusión, rechazo y odio contra los musulmanes, sobre todo cuando la población musulmana es una minoría, algo que ocurre con mayor impacto en países occidentales.”

 

Por ello, la islamofobia se constituye como un tipo de racismo anti-musulmán. Según el European Islamophobia Report de 2017, la islamofobia tiene lugar cuando un grupo dominante de personas tiene el objetivo de apoderarse, estabilizar y ampliar su poder mediante la creación de un chivo expiatorio, real o inventado, a través de la construcción de una Otredad, diferente a uno mismo y su sociedad. La islamofobia construye una identidad musulmana a la que se atribuyen imágenes y términos que homogeneizarían a todos los miembros de la comunidad. Estas imágenes y términos siempre construídos generalizan a tod@s l@s musulmanes y variarían según el contexto. Por ello, la islamofobia nos dice más sobre la identidad y la ideología de quien comete la acción (individuos, grupos, instituciones) que sobre el islam o l@s musulman@s.

 

Como forma de racismo, la islamofobia es más allá de un fenómeno social, una forma de racismo institucional. Las instituciones, a través de sus políticas (nuevas medidas anti-terroristas, políticas migratorias, discursos políticos), perpetúan una seria de imágenes negativas sobre el islam y los musulmanes que muestran como monolíticos y reacios al cambio. Estas imágenes y prejuicios  no son producto de la contemporaneidad y vienen asociadas al imaginario colectivo de un pasado colonial y una descolonización inacabada: 

 

“Debemos entender el término islamofobia como un modo de leer lo que está pasando, de expresar la realidad presente y dar cuenta de sus prácticas. Es decir, islamofobia sería un término/concepto construido como contenedor universal de significados y prácticas sociales, independientemente de los condicionantes contextuales en base a los que hasta ahora se han venido construyendo”

  

Fuente: Martin Muñoz, G., Grosfoguel, R., 2012, pág. 169.


En nuestros Talleres utilizamos el concepto de islamofobia para formar agentes activos con el objetivo de combatirla. 

Para lograrlo, trabajamos conjuntamente para la creación de conocimiento colectivo. Nuestros talleres cuentan con un número muy heterogéneo de participantes, entre ellos, personas racializadas, musulmanas, blancas y no musulmanas. Aunando nuestras experiencias propias y colectivas, los talleres intentan crear un espacio seguro donde poder cuestionar nuestros privilegios y vulnerabilidades. Desde dicho espacio es posible crear una definición propia de islamofobia, conectada con la realidad social, acerca de qué es y qué no es la islamofobia. Por ello, creemos necesario adjuntar el conocimiento creado en nuestros talleres a la definición general que proponemos en nuestra página web

  • Miedo, odio, rechazo, discriminación, desconocimiento, generalización hacia la religión musulmana, los musulmanas o las personas entendidas como tales (esto es,  forma de vestir o rasgos físicos, siendo estos: piel morena, pelo rizado, barba y/o velo).
  • Discurso construido del "ellxs" contra el "nosotrxs" que amenaza a nuestra identidad para favorecer a ciertas élites. 
  • La islamofobia como discurso interseccional donde las variables raza, género, clase, diversidad sexual y funcional juegan un papel fundamental en las múltiples opresiones y discriminaciones racistas.