Nuevas Narrativas: Patrimonio cultural y prevención de la islamofobia

La asociación marroquí junto con el ayuntamiento de Málaga y la facultad de educación celebró los días 8 y 9 de noviembre el ‘IV congreso nacional. Desmontando la Islamofobia’ con una serie de ponencias para desmontar dichos prejuicios.

 

Establecido por la UNESCO en 2005 la convección sobre la protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales, dando un nuevo enfoque sobre el patrimonio considerando como propias todo tipo de manifestaciones culturales por convección social. Estas manifestaciones del patrimonio permiten recordar una identidad cultural dinámica, contextual e inclusiva.

 

Concluyendo las ponencias con la sexta y última mesa, dedicada al patrimonio cultural y la prevención de la islamofobia, se abordó de forma interesante diversos aspectos del islam y la civilización islámica: la religión, el arte, la historia, el ocio, costumbres, y demás. Explorando las narrativas y contranarrativas de dicho discurso que afecta negativamente a la idea que tiene el imaginario popular sobre la cultura islámica.

 

Además, se ahonda en la típica idea de ‘identidad’. ¿Qué hay que ser para ser español? ¿Cuánto tiempo tiene que pasar para que algo deje de ser extranjero y que sea aceptado como propio?

 

Todas esas píldoras de sabidurías anti islamófobas pueden concentrarse en la conclusión que sacaron los ponentes. 

A través de una historia dislocada y frustrante hemos permitido que las personas se sientan discriminadas en razón a su etnia o su credo. No se trata de tolerar, sino de respetar.’

 

¿Sabías qué gran parte de España fue musulmana durante ocho siglos? Desde el siglo VIII hasta el XV, tú tierra, nuestra tierra, se llamó al-Ándalus. Se hablaba en árabe y se rezaba en dirección a la Meca. En aquella época, se alcanzaron cotas de progreso y de desarrollo muy superiores al resto de Europa. Muchas de las costumbres y los logros de entonces han perdurado hasta la actualidad.

 

Este artículo pretende romper con muchas de las preconcepciones históricas aceptadas, explorando las dificultades del trabajo que lleva el patrimonio islámico, las múltiples formas que en esta refleja la identidad y realidad social del momento, y los objetivos y herramientas que pueden emplearse para contribuir al desarrollo de un relato histórico inclusivo que fomente la cohesión social.

 

 

Como menciona Alfonso Cassini al principio de su intervención ‘FUNCI se propuso la elaboración de un Decálogo de buenas prácticas par al a difusión del patrimonio islámico. Una recopilación de recomendaciones y consejos que promuevan un ejercicio de gestión, recuperación e interpretación patrimonial que genere narrativas incluyentes’, estas son:


  • Cuidar el lenguaje.
    • Eliminando términos peyorativos
  • Evitar la orientalización y extranjerización de lo relacionad con el al-Ándalus.
    • Evitar la periodización de la historia. El islam no desaparece con el término mal nombrado como ‘reconquista’, si no que existe una época post-andalusí.
  • Iniciar las interpretaciones con definiciones de conceptos básicos.
  • El público al cuál se dirige esto es muy variado. Unas veces más especializados que otras ocasiones. Alfonso alude, de que se debe tener claros los conceptos básicos para poder explicarlos. Ejemplo: diferencia entre árabe y musulmán, morisco y mudéjares, etc.
  • Hablar solo de las fuentes.
    •  ‘No se trasmite una opinión, sino una finalidad social. Una finalidad que se ha llevado a cabo a través de numerosos estudios, siguiendo una serie de relatos históricos objetivos y remontándose a las fuentes que corroboren dicha información’.
  • Generar narrativas incluyentes.
    • ‘Ligado a la idea de la extranjerización de lo andalusí, de lo islámico, cuando se habla de vestimentas, de aspectos culinarios, de costumbres y tradiciones. Alfonso explica que se debe generar una narrativa que son en realidad parte de nuestra historia, no es la narrativa de decir ‘los árabes hacían esto en el siglo XI y ahora hacemos esto’ si no que es algo que hacíamos nosotros siendo parte de nuestro legado’.
  • Deconstruir mitos y leyendas.
    • ‘El más complejo, el que genera más desconocimiento a la población general. El ponente explica que todo este tipo de narrativa no tienen un ‘poso histórico’ que es, más bien al contrario, normalmente todos los mitos y leyendas carece de fundamento, tienen un origen distorsionado y que no solo no debemos apoyaros en ellos, sino que debemos de deconstruir este mito. Puntuó al final que el arraigo que tiene en la población hace que sea más difícil contradecir a la población y tratar de desmontar algo en lo que creen firmemente’.
  • Generar emociones y búsqueda del patrimonio visual que sustente el relato. 
  • ‘Se debe tener en cuenta esa sensación de unión que genera la explicación del patrimonio que tenemos, porque a partir de ahí, es cuando la gente y los que lo explican van a estar interesado en defender, preservar y difundir este patrimonio.
  • Adaptar el discurso del profesional al tipo de público’.
    • ‘Se transmite una idea que se ha hablado anteriormente. Se debe adaptar el discurso según la necesidad, debido a que en casi todas las ocasiones no se tiene información del nivel de especialización del público’.  
  • Contextualizar e invitar al debate.
    •  ‘Tu no solo expones tú tema, escuchas las respuestas, invitas al debate, invitas a la contraargumentación y partir de ahí, tratas de transmitir tu debate. La forma de romper con los prejuicios es a través del diálogo’.

Pasando de la teoría que nos expone Alfonso Cassini llegamos a las prácticas a partir del ejemplo del trabajo con la ponencia de Laura Cabrera -guía oficial de la Junta de Andalucía- con gran presencia en las redes sociales y con una sensibilidad muy profunda sobre el patrimonio cordobés y la cultura andalusí.

  

Laura comienza hablando sobre la importancia de interpretar correctamente el patrimonio artístico cordobés con el riesgo de que se forme una paradoja a través de la islamofobia.

Eso es debido a que no se puede obviar lo que supuso el mundo islámico a occidente un aporte constante a lo largo de nuestra historia del al-Ándalus de la península ibérica y los reinos cristianos, Laura apunta que ‘Europa se ha beneficiado y ha gozado -que no sufrido- una islamización’.

 

 

La primera conclusión que se debería sacar de esto es que la islamofobia es o debería ser absurda a estas alturas de constante evolución social. Como punto de arranque habla sobre el renacimiento, no como estilo artístico, sino como una ideología política, humanística y social poniendo a Europa como centro neurálgico del mundo. Se concibe como una depositaria de todo los valores y atributos humanistas del hombre. Obviando, haciendo la vista gorda o repudiando la contribución de otros pueblos.

 

¿Cómo se cuenta entonces nuestra Historia?

  • Apartando de la vista ‘lo otro’.

 Desde el prisma renacentista, se aparta de la vista lo que resulte extranjero, lo que resulte añadido.

  • Anulando el pasado islámico.

Alimento el repudio de que ‘lo otro es extraño’ y no se quiere ver, ya que esa faceta de conocimiento no liga con la magna del renacimiento.

  • Eliminando temas historiográficos y el arte islámico en los libros de historias. Se elimina el tema de la expulsión de los morisco, se elimina el siglo XVII, se elimina el arte islámico contándolo de otra manera y llamándolo de otra cosa.

Eso deriva a que se tenga una concepción por parte del imaginario colectivo eurocentrista, contaminada, y subrayando siempre las diferencias y obviando en gran medida los enormes aportes culturales del islam a Europa.

 

¿Cómo se interpreta nuestro patrimonio histórico-artístico?

  • Se interpreta desde una visión separatista entre lo que ‘esto lo hicieron otros’ y ‘esto es lo que hicimos nosotros’ y se va repitiendo continuamente en el mismo discurso, recreándonos en imágenes que propician a una exclusión islamófoba.

Córdoba. ¿Paradigma o paradoja conta la islamofobia?

Esto se utiliza de paradigma entre los flujos constantes de conocimiento e intercambios culturales entre al-Ándalus en la península ibérica y el resto de los reinos cristianos. Se puede ver que se utiliza para potenciar el mensaje de ‘lo nuestro’ y ‘lo de ellos’. Esto es muy peligroso, porque esa información está al alcance de profesionales consolidados que repitiendo el mismo discurso alimentan el discurso islamófobo.

 

Laura comenta en la siguiente diapositiva sobre la capilla real -construido 200 años después de la conquista cristiana- y que el lenguaje a la hora de explicar esa parte de la Mezquita-catedral es el de la comparación con otra capilla cristiana o con los reales Alcázares de Sevilla. Nunca lo comparan con el arte islámico, domesticando ese arte y trayéndolo a ‘nosotros’.

 

 

Apreciaciones personales en el caso concreto de Córdoba

  • Búsqueda de lo exótico.

La gente busca el bosque de columnas, las inscripciones en árabe, los calados, el arte árabe. Pero no se sienten identificados con eso. ‘Es bonito sí, pero no es lo que hicimos nosotros’.

  • Falta de reconocimiento.

 Todo el mundo busca eso, pero no se siente identificado con eso. ‘Es algo implícito en el ADN, es como si no lo hubieran puesto allí y continuamos retroalimentando ese mensaje es un complejo nuestro, heredado y sobrealimentado’ apunta Laura.

  • Conocimiento más o menos generalizado entre el público nacional sobre la enorme aportación intelectual del periodo al-Ándalus.

Pero es información que no cala en nosotros. Ese orgullo no es nuestro.

  • No es tanto lo que se cuenta sino como se cuenta.

Apunta Laura una ‘solución’ a este discurso. La solución de igualar las procedencias de los grandes ilustres de esa época. Averroes fue Cordobés igual que lo fue Séneca igual que lo fue Julio Romero de Torres. Y así nos olvidamos de la narrativa de ‘que listos eran’ pero no lo consideramos como nuestro.

 

Concluye hablando sobre la revisión de lo que se dicen los colegios, que este tipo de encuentros -refiriéndose- al congreso ayudan a purgar esas ideas. Hace alusión al decálogo de las buenas prácticas y comenta que es necesario institucionalizar eso.

Viajando por el territorio peninsular aterrizamos en Madrid.

 

‘Madrid es una ciudad de fundación musulmana por lo tanto no podemos hablar de reconquista, el 90 por ciento de las personas en las visitas guiadas desconoce el Madrid islámico’ es como comienza Rafael Martínez, un viajero incurable en busca de un retrato musulmán del Madrid contemporáneo.

 

Presentando su ponencia

Contra narrativas del Madrid islámica. Identidad e inclusión.

Comenzando, queremos que te quedes con esta frase ‘aquello de lo que no se habla no se conoce. Y si no se conoce, no existe’.

Madrid es desgraciadamente una de las ciudades que más vuelve la espalda cínicamente a su historia islámica.

Es fundado por musulmanes, pero busca cualquier vestigio para desprestigiar el pasado islámico. ¿Por qué? no quieren que la capital del imperio católico más importante sea de origen árabe, eso conlleva que se encuentren una fuerte de devoción por sus santos y santas convirtiéndose en la punta de lanza contra los musulmanes.

 

Identidad y contranarrativa Rafael señaliza que ‘la ciudad de Madrid fue fundada por musulmanes. Pero la narrativa en contra de ella siempre ha buscado cualquier vestigio preislámico, ya sea Godo, Carpetano, Romano o incluso griego para poder estigmatizar a los árabes. Si nos fijamos, se intentan estigmatizar a los árabes, intentando señarlos como los usurpadores y no como los fundadores de una ciudad. No se habla de una fundación, sino de una usurpación. Y esa idea preconcebida surge a partir del siglo XVI, cuando se cristianiza la ciudad y se empieza a eliminar sistemáticamente todo lo referente a lo islámico.

 

Puntualiza que ‘los madrileños no tienen ninguna contranarrativa contra ella, no sabe esa historia porque hay escasez de bienes materiales que los relacionan con ellos, así como, en el siglo XVI, se fue destrozando lo poco que quedaba, perdiéndose una parte de nuestra historia. Nada hay más poderosos que la ignorancia para controlar las narrativas’.

 

Hay una fuerte devoción de los santos, Isidoro y Almudena (considerados la resistencia musulmana) la punta de lanza contra judíos, musulmanes, luteranos, etc. Empezando a estigmatizar todo lo extranjero, todo lo que tuviera origen musulmán, todo lo que fuera ‘moro’.

 

  • Léxico. Los libros de historia hablan del origen de Madrid como un asentamiento sin importancia, una simple zona en la Frontera o una Medina Pequeña.

Madrid vincula toda su identidad a partir de su capitalidad (1561)

El islam, es considerado algo ajeno a la identidad loca. La identidad del madrileño construye a partir de la corona, la iglesia y la capitalidad. Consigue su identidad en oposición y dando la espalda al islam.

  • Invención de mitos fundamentales, historia oficial

Cronistas oficiales inventan un pasado historia para Madrid, que contaba con una leyenda negra de que vivían reyes católicos a los que se les llamaba sultanes. Por lo cual había que inventar un pasado clásico, equiparándose a las grandes ciudades europeas.

Con esto extranjerizamos el Al-Ándalus o todos los puntos que tienen que ver con un pasado andalusí en la ciudad.

 

  • Leyendas

Al albur de la capitalidad se presenta a lo islámico como lo malo, lo extranjero, lo que se debe extirpar. Y en detrimento aparece la propaganda de que debemos cristianizar la ciudad y empoderarla contra los infieles. Esto funcionaria como propaganda histórica.

 

  • Brecha académica

Se sabe que hay estudios, datos y hechos más que suficiente para demostrar que la capital tiene un pasado árabe. Y aun habiendo información relevante al respecto sobre esto no salta a la ciudadanía -que es el objetivo principal de este tipo de difusión.

Solo existe por iniciativas individuales o colectivas, pero de ámbito privado. Es decir, que la inquietud del Madrid islámico quede a cargo de un equipo docente que quiera conocer.

Rafa puntualiza que la identidad no se debería construir desde abajo.

En una serie de diapositivas, el ponente señala las narrativas y contranarrativas que en realidad ofrecería el Madrid Islámico en detrimento del mensaje popular que se ha llevado a cabo.

 

Narrativa

  • Virgen de la Almudena

Habla sobre los hitos del catolicismo y el nacionalismo español. Se la presenta como la virgen que sobrevivió al islam.

 

 

Contra narrativas

  • Sin embargo, se ofrece la contranarrativa de que la patrona de Madrid tiene nombre árabe, que esta está vinculada al origen islámico. Almudayna que sería su nombre árabe significaría un asentamiento urbano, y no militar como se suele dar a entender en el imaginario popular. Queremos señalar una frase que dice Rafa y es que, gracias a estas raíces, sabemos que Madrid tuvo un pasado urbanístico, no militar.

San Isidro

Narrativa

 

Se presenta la narrativa de San Isidro como el primer madrileño ilustre fruto de la narrativa de una reconquista con raíces cristianas. Rafa puntualiza ‘que a veces podemos pensar que eso de la multiculturalidad es algo nuevo, pero para nada es así. La contranarrativa ofrece que no es algo descabellado pensar que en el centro de la meseta era muy probable que la mayor parte de la población andalusí fuera de origen bereber por en la península ibérica había más musulmanes bereberes que de Arabia, simplemente por el intercambio era mucho más rápido con el norte de África’. Se ofrece como el nombre descristianizado el de Malsana al-Mayril lo que comúnmente se diría como Driss, y se consideraría como un santo andalusí fruto de la hibridación y el sincretismo de la época.

 

Escudo de Madrid

El escudo de Madrid siempre se vinculó con Ursaría una constelación mitológica inventada en el XVII, cuando en realidad fue creada gracias al fruto de los estudios de la astronomía de Maslama de la osa mayor.

 

Callejero de Madrid

Como dato se presenta la existencia de 10.000 calles en Madrid de las cuáles pocas recuerdan a sus habitantes musulmanes.

 

Mito de los Visigodos

Cualquiera que vaya a la plaza de oriente se encuentra una especie de posverdad histórica un reguero de estatuas que ‘representan’ a todos los reyes godos, astures, visigodos…que ha tenido España. Pero, no nos encontramos ninguna estatua de un Emir ni un califa entre ellos. ¿Su omisión que deja claro? La extranjerización esos reyes, porque no son los nuestros.

 

Soluciones

  • Incorporaciones y menciones al pasado islámico.
  • Traer la plaza Malsana al centro.
  • Devolver las placas al parque.

 

 

 

 

Problema Léxico

Es condición ‘sine qua non’ cuando se aborda una visita porque se puede considerar como un tipo de islamofobia de baja intensidad. Podemos recoger algunas de las palabras más utilizadas:

  • Conquista
  • Reconquista
  • Mudéjar
  • Invasión
  • Ocupación
  • Dominación Musulmana
  • Extranjerización
  • Bereber

Rafa hace alusión a los ejemplos que expusieron Almeida y Ayuso. ‘El Madrid reconquistado’ ‘La ocupación’ ‘La invasión’. Al final puntualiza que Madrid es una ciudad de origen musulmán, por lo tanto, no se puede reconquistar algo que nunca fue tuyo’.

 

Conclusiones Generales

Se puntualiza la necesidad de deconstruir las narrativas hegemónicas y utilizar un léxico correcto y un relato incluyente.

Se propone el poner el patrimonio islámico al servicio de comunidades islámicas vivas como muestra de inclusión en una sociedad diversa y plural, consiguiendo así de que los musulmanes se sientan vinculadas con la ciudad.

 

Esto provocaría un feedback en ambas direcciones, ya que los propios madrileños naturalizarían ese periodo histórico como suyo.

Como colofón a un espacio que pretende desmontar e invitar a la reflexión sobre la islamofobia terminamos el artículo con la intervención de Belén Cuenca Abellán. Historiadora del arte y doctora en Historia y Estudios Humanísticos nos habla de que el islam, religioso y cultural, no desapareció de la península ibérica con el avance de los reinos de Castilla, Navarra o Aragón sobre el antiguo territorio político andalusí. Belén puntualiza que, sin duda, la proximidad geográfica e histórica siempre implica relaciones complejas y competitivas entres los grupos vecinos.

 

Cosa que ha sido evidente entre el mundo europeo y el musulmán desde la Edad Media y ha traído consigo la trasmisión de una memoria histórica en conflicto. La rivalidad entre islam y cristianismo, entre al-Ándalus y los reinos cristianos, entre los imperios europeos y el otomano, generó conflictos de intereses e ideologías estigmatizadoras del otro.

 

Belén comienza hablando sobre el patrimonio olvidado que mudéjares y moriscos dejan en el levante peninsular, una de las regiones más arabizadas hoy en día y en el pasado. Hay una serie de problemáticas derivadas de no hacer una prospección sistemática y de una puesta en común de todo el patrimonio andalusí y post andalusí

 

Estas problemáticas estarían recogidas en tres tipos <<según las instituciones>> cuando se trata del arte mudéjar -enfocado en el levante peninsular-.

  1. La primera problemática sería la escasa monumentalidad. Cosa que no se asemeja con la realidad puesto que conservamos muchos ejemplos de lugares de cultos islámicos -de mezquitas pequeñas- que no son andalusí como tales, pero si del periodo post andalusí, lo cual nos llevaría a la segunda problemática.
  2. La segunda, sería el contexto rural donde se encontraría y como explicarían dicha historia, llevando irremediablemente a la tercera problemática.
  3. La tercera es el traslado de esa forma historiográfica de cómo se cuenta la historia, porque parece ser que la historia del islam se termina en el 1492 homogenizando la plática de buenos y malos.

 

Después de la constitución del nuevo cristiano en tiempo de Jaime I alzó una frontera ideológica interior, entre los colonos cristianos y los mudéjares que habitaros en las principales ciudades hasta el 1609, año de la expulsión de los moriscos. Belén comenta que la historiografía ha adquirido un conocimiento razonablemente sólido del arte gótico y del primer renacimiento en tierras valencias, pero las manifestaciones, ideas y formas de relación con el arte de los andalusíes apenas han merecido consideración. Urge revisar esa visión parcial y sesgada que no recompone una imagen más plural, articulada y certera de cómo entendieron en su existencia varias generaciones de habitantes de aquel territorio.

 

Se destaca la dimensionalidad que obtuvo dicho rey, un rey que era ajeno al Xarq al-Ándalus -tierras orientales de al-Ándalus- y que con su política de expansión de la corona de Aragón acabó desplazando a la población autóctona de la Xarq bajo la protección de Al-Azraq, colonizándolos.

 

El resumen es que existen documentaciones en el archivo del reino de valencia que afirma que en el siglo XV la población mayoritaria era musulmana. Hablaban árabe, y no otras lenguas romances, cierto que es que con el tiempo se fueron entremezclando, pero la lengua autóctona era la árabe.  

 

Belén puntualiza que en el contexto histórico que ocurren los acontecimientos y como se percibe dicha figura en nuestros días, se debe lidiar con una doble problemática porque Jaime I es una de las figuras más reivindicadas en el nacionalismo catalán y valenciana, y que ese nacionalismo no reconoce que los nobles ‘valencianos’ y barceloneses de la corona de Aragón conquistaron y desplazaron a la fuerza a esa región.

 

Hablando sobre el arte, debemos señalar que, aunque el arte mudéjar es una manifestación genuina de la herencia islámica, su uso o arquitectura es muy diferente a como lo pudieran contar en los libros de historia. Debido a que dicho arte se centraba más comúnmente para el culto islámico, y no como algo aceptado por la nueva sociedad cristiana como arquitectura occidental de convivencia y aprendizaje.

 

Unos cuantos ejemplos de esa monumentalidad que podemos encontrar en el Xarq son los despoblados moriscos, escondido entre montañas y situados estratégicamente en el interior de la comarca en el municipio de la Vall d’Alcalà, pueblo que vio nace a Al-Azraq. Una fortaleza geográfica que, aunque se derribara parcialmente para levantar la iglesia en 1636, aún conserva se conservan primitivos elementos defensivos.

 

Los baños del Almirante un hammam secreto construidos en 1313 por Pere de Vilarasa durante el reinado de Jaime II siguiendo un estilo mudéjar con el objetivo de recrear los baños de vapor árabes originales, un espacio que actuaba como un centro de vida social para las clases más desfavorecidas en la ciudad de la época, además de ser un enclave para la higiene y el relax.

 

La mezquita de los alfareros ubicado en Castelló de Rugat sería el siguiente ejemplo presentado, lugar y cuna de la alfarería. Tenía una mezquita muy importante, con escuela y cortes judiciales que ocupaban el solar de la actual iglesia.

 

Terminando con la ponencia Belén habla sobre la tumba de Ahmed Ibn Sid Bono místico sufí que nació en el municipio de guadales -aunque su familia terminó por trasladarse a Granada- y que fue enterrado en donde fue instaurada la tariqa de Sid bono. Lo interesante de eso es que hay documentos de la inquisición en los que condenan a Don Sancho de Cardona por la corona de Aragón al permitir el peregrinaje de los moriscos al lugar de descanso de este personaje notable.

 

 

Concluyendo, la Comunidad Valencia nos ofrece un magnífico ejemplo de resiliencia, adaptación e ingenio de diversas prácticas centenarias vinculadas al islam peninsular, como demuestra su patrimonio material, que debe ser puesto en valor a través de la estima de ese legado cultural, plural, diverso y característico de esta tierra.