El racismo, la xenofobia y la islamofobia, derivados de la pandemia COVID-19, han encontrado una sociedad debilitada que ha permitido que estas formas de desigualdad crezcan y se fortalezcan. La Asociación Marroquí para la Integración de Inmigrantes, a través del Programa Nacional de Prevención de la Islamofobia IV, tiene como finalidad investigar y visibilizar la manera en que se manifiesta y aborda el odio antimusulmán en España. En esa línea, se pretende que este artículo pueda ser de utilidad para la sociedad civil en general, para el mundo académico, para personas influyentes y creativas, interlocutores/as sociales, medios de comunicación y todas aquellas personas comprometidas con la prevención y erradicación del odio y la intolerancia.

Pero, para poneros un poco en contexto y teorizando las buenas prácticas desde la Asociación Marroquí, el término de ‘Buenas Prácticas’ hace referencia a toda experiencia que se guía por principios, objetivos y procedimientos apropiados a pautas aconsejables que se adecúan a una determinada perspectiva, normativa o a un parámetro consensuado, así como también toda experiencia que ha arrojado resultados positivos, demostrando su eficacia y utilidad en un contexto concreto.

Este camino comenzó de la mano de la Asociación Marroquí en 2003 cuando unos estudiantes marroquíes de la Universidad de Málaga comenzaron su activismo poco antes de terminar sus estudios. Un equipo heterogéneo que ha brindado 12.439 servicios, 2091 atenciones directas y firmado 44 convenios con instituciones públicas. 

Por eso, y a través de la experiencia, creemos que es necesario analizar las actividades europeas obteniendo diversas reflexiones. Unas reflexiones que ayudarán a adquirir una perspectiva multidimensional en prevención sobre racismo, xenofobia e islamofobia.