También es una forma más de exponer los prejuicios que habitualmente giran alrededor de las minorías. En este caso, Ms. Marvel, que así se hace llamar la protagonista, no lleva velo islámico. Un ejemplo más de cómo evadir la cosificación de la mujer musulmana bajo cánones que no siempre se corresponden con su realidad.
Entre las cosas que dibujan este menosprecio, se pueden contar, por ejemplo, las dificultades para encontrar trabajo, la precariedad y la explotación laboral, las prácticas racistas sutiles y cotidianas en la oficina de extranjería o los servicios públicos, los problemas para encontrar una vivienda, el acoso o abuso sexual en el trabajo, o la puesta en duda de sus capacidades y sus conocimientos.