A pesar de que afirma que la vía sufí que ella sigue trasciende los opuestos y las fracturas (abierto/cerrado, progresista/reaccionario, moderno/tradicional), la construcción de su discurso y los argumentos que utiliza para responder a la islamofobia, al “islamismo reformista”, al “islamismo radical” y al “yihadismo” acaban ahondando en esas visiones binarias que en principio quiere superar.