Sobre la importancia de la denuncia, lo que no se cuenta, no cuenta y, si no cuenta, no se puede solucionar. Las víctimas cotidianas de la islamofobia pueden generar conductas depresivas que pueden llevar a la autoexclusión.
Sobre las agresiones vandálicas a los los centros de culto y por extensión a las personas y comunidades musulmanas. Estas agresiones suelen compre mensajes difamatorios y calumniosos firmados por los perpetradores que parecen sentirse impunes.
Sobre cómo eventos ajenos a ciudadanos y ciudadanas musulmanas acaban reflejándose en su día a día con el "estigma terrorista" incrustado en el imaginario colectivo y cada vez más normalizado en la cotidianidad.