Resulta sumamente irracional que, en el país en el que se ha nacido o al que se ha llegado de pequeño, uno sea relegado a un segundo plano “de repente” y con asiduidad por obra y gracia de los medios de comunicación, o que se convierta en sujeto de debate en tertulias con “expertos en yihadismo”. Esa suma de titulares, tertulias y discursos es lo que convierte ese conjunto de expresiones en un estigma.
El pasado 28 de mayo celebramos un taller, en el que se hizo un recorrido por las distintas vías de denuncia que existen, a nivel nacional y europeo; se trató en detalle la aplicación del artículo 510 de Código Penal que legisla a nivel nacional el discurso de odio delictivo y se profundizó en distintas iniciativas, como son las contra-narrativas y las narrativas alternativas basadas en los derechos humanos.
Luchar contra el ciberodio, es luchar contra la islamofobia. Los centros escolares son el mejor espacio para ello y la educación la mejor de las herramientas. Para ello, hemos estado en el IES Jardín de Málaga.