Era un día como cualquier otro, cuando alrededor de las 17hs del día 19 de septiembre de 2018 en Barcelona, se cometió un delito de odio de una mujer hacia otra por el simple hecho de usar hiyab y ser de origen marroquí.
Al ver que portaba en la cabeza un hiyab propio de las mujeres que profesan la religión musulmana, la mujer oriunda de España, comenzó a manifestar expresiones como: “oye, oye, esto aquí está prohibido”, mientras señalaba el hiyab. Asimismo, movilizada por el desprecio y el rechazo hacia religión musulmana, la mujer agresora continúo diciendo “soy española y esto aquí está prohibido, quítate las gafas de sol para que vea lo que hay detrás, mora de mierda”, complementando sus palabras con daños físicos al agarrar su brazo, zarandearla y rompiéndole la tela del hiyab. Ante tal situación la mujer damnificada tuvo que apartarla para quitársela de encima y debieron intervenir las personas que se encontraba alrededor de este macabro suceso.
Pero esto no terminó allí, ya que poco tiempo después las mujeres volvieron a encontrarse en la calle y el maltrato se volvió a repetir: “mora de mierda, quítate el hiyab, si quieres ponértelo vete a tu país”. Luego de este segundo suceso se hizo explícita la denuncia repudiando todo acto de violencia física y verbal.
La pena que ha establecido la justicia para la agresora es de seis meses de prisión, con inhabilitación especial para el derecho de votar durante el tiempo de la condena y la pena de multa de seis meses con una cuota diaria de tres euros. También se suma a esta pena la inhabilitación especial para trabajar en el ámbito educativo.
Desde la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes, la abogada Rocío Roca García, expresa que las víctimas de delitos de odio son seleccionadas por los autores a causa de una característica específica, con el fin de infligirles un daño físico y emocional y como consecuencia de tales hechos suelen experimentar altos niveles de vulnerabilidad y depresión. El principal motivo, según los estudios practicados, por los que no se denuncian estos hechos, son en términos generales, en el caso de los extranjeros, por temor a ser expulsados del territorio nacional, si se encuentran en situación irregular y acuden a la policía, al desconocimiento de los derechos o porque piensan que no le creerán o que nos les va a pasar nada a los autores. Desde la Asociación Marroquí, entonces, tenemos la necesidad de concienciar a la población afectada de la importancia de los hechos de los que son víctimas y de los medios y apoyos con los que cuentan a la hora de denunciar los mismos.
Por eso, valoramos la valentía de la mujer agredida por animarse a hablar, contar su experiencia y decir basta a delitos de odio. También nos encontramos agradecidos con las personas que presenciaron este suceso y se atrevieron a testificar a favor de la víctima. Finalmente, evaluamos el rol positivo que ha tenido la justicia permitiéndonos reflexionar que aún hay mucho camino por recorrer y que debemos apoyar a todos aquellos que sean víctimas de odio, discriminación y violencia.