Les preguntamos a tres mujeres musulmanas sobre su experiencia con el hiyab (que comunmente llamamos "velo" y es solo uno de los muchos tipos de pañuelos que existen en el islam).
Ouassila es una abogada que nos cuenta cómo decidió ponérselo a los 18 años, ante la sorpresa de sus padres que le dieron total libertad. Su padre, de hecho, tenía miedo de que su hija sufriera discriminación porque iba a empezar la universidad en Barcelona.
Zeynabu es una periodista de origen saharaui que nos cuenta que tenemos una imagen estereotipada y sesgada de la mujer "mora" como sumisa u obediente, que no tiene nada que ver con su experiencia.
Kautar, de hecho, dice que decidió empezar a llevar el pañuelo porque lo sentía como parte de la identidad de su familia, y que tuvo que quitárselo en la escuela por la presión y la discriminación que vivió.
Estos testimonios, que no fueron difíciles de encontrar, son solo un ejemplo de la gran diversidad de mujeres musulmanas que día a día se enfrentan a una idea generalizada y distorsionada de su experiencia y de su religión. ¿Te han sorprendido sus historias?
Publicado por Código Nuevo el 27 de noviembre de 2018.
